El rechazo editorial inmediato de un artículo científico es una de las experiencias más frustrantes para quienes inician su camino en la publicación científica. Recibir un correo con una breve notificación: “el artículo ha sido rechazado sin pasar a revisión por pares” es algo poco agradable. Esto, conocido en inglés como desk rejection, a veces se percibe como una decisión arbitraria; pero, en la gran mayoría de los casos, responde a criterios claros que pueden prevenirse.
Desde la experiencia como editor científico, es posible identificar tres dimensiones fundamentales que se revisan en esta etapa preliminar: la dimensión ética, la dimensión técnica y la dimensión de contenido. Comprender y atender cada una de ellas puede marcar la diferencia entre seguir adelante con el proceso o quedar fuera desde el principio.
1. Ética editorial: una condición no negociable
El primer filtro que atraviesa todo artículo enviado a una revista científica es el ético. Antes de considerar siquiera la pertinencia temática o la calidad metodológica, los editores revisan que el trabajo cumpla con los principios de integridad académica.
Esto implica verificar que no exista plagio ni autoplagio, que el contenido no incluya información sensible sin consentimiento ético, y que las imágenes o figuras utilizadas no infrinjan derechos de autor. Téngase en cuentas que muchas revistas cuentas con paquetes de software profesionales para detectar esto inmediatamente. Un aspecto cada vez más observado es el uso no declarado de inteligencia artificial para redactar el texto. Cuando el lenguaje del artículo científico presenta estructuras forzadas o carentes de coherencia contextual, puede levantar sospechas de que fue generado sin supervisión humana suficiente.
Además, es fundamental que todos los autores estén correctamente registrados desde el momento del envío. Omitir intencionadamente o por descuido a un coautor, o introducirlo posteriormente sin justificación válida puede comprometer la transparencia del proceso. Si el editor detecta que el envío fue realizado solo por uno de los autores sin incorporar a los demás en los metadatos del sistema, lo más probable es que ocurra un rechazo editorial inmediato del artículo por motivos éticos.
2. Criterios técnicos: el arte de respetar las normas editoriales
Superado el aspecto ético, el segundo paso es confirmar que el artículo cumple con los requisitos técnicos y formales establecidos por la revista. Esta etapa, que puede parecer meramente administrativa, es en realidad uno de los motivos más frecuentes del rechazo editorial inmediato del artículo, incluso cuando su contenido es prometedor.
Un error común es enviar el artículo a la sección equivocada. Muchas revistas dividen sus contenidos por áreas temáticas o por tipo de contribución (artículos originales, revisiones, artículos cortos, etc.), y al elegir mal la sección, se desvirtúa la evaluación que corresponde a ese texto.
Otra causa frecuente es el formato inadecuado de las referencias. Aunque pueda parecer un detalle menor, no seguir el estilo de citación exigido (APA, Vancouver, Chicago, entre otros) indica una falta de atención a las normas básicas.
También se observa con regularidad la ausencia de elementos clave, como el título, resumen y las palabras clave en el idioma adicional requerido. Si la revista publica principalmente en español o portugués, por ejemplo, y el artículo se presenta en ese idioma principal, es altamente seguro que se exijan el título, resumen y palabras clave en inglés bien redactado. Omitir este paso no solo genera rechazo inmediato, sino que puede afectar la visibilidad futura del artículo.
La falta de anonimato en los artículos cuando se exige evaluación a doble ciego es otro factor crítico. Incluir nombres, afiliaciones institucionales o referencias que identifiquen al autor es motivo inmediato de rechazo, ya que vulnera el proceso de evaluación imparcial.
Por último, hay revistas que solicitan documentos adicionales en el momento del envío, como declaraciones de autoría, cesión de derechos o certificaciones éticas. Si estos archivos no se adjuntan, el envío se considera incompleto y se procede a su rechazo inmediato.
3. Contenido y pertinencia temática: saber si el artículo “encaja” en la revista
La tercera dimensión que se analiza es la más académica de todas: el contenido. Aquí el editor evalúa si el artículo es pertinente para la línea temática de la revista y si su planteamiento metodológico y conceptual se alinea con los estándares que esta promueve.
Un error común es enviar trabajos que están claramente fuera del alcance temático. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se envía una investigación educativa a una revista centrada en psicología o cuando se presenta un estudio de caso local en una revista con enfoque demasiado internacional.
También es habitual que los autores desconozcan los requisitos metodológicos específicos. Algunas revistas no aceptan revisiones bibliográficas, estudios exploratorios o investigaciones cualitativas; otras, en cambio, los privilegian. El problema surge cuando el autor “tienta suerte” y espera que su enfoque sea aceptado por excepción, lo que rara vez ocurre.
Otro punto crítico es la calidad del resumen y de las referencias. Aunque se tiende a pensar que el editor leerá todo el artículo antes de tomar una decisión, lo cierto es que muchas veces la decisión preliminar se toma a partir del resumen y la lista de referencias. Un resumen mal estructurado, confuso o lleno de tecnicismos innecesarios puede llevar a que el editor descarte el artículo sin darle una oportunidad. Lo mismo ocurre cuando las referencias son antiguas, irrelevantes o no están relacionadas con el campo de estudio.
Cuando exista alguna duda sobre la pertinencia del artículo, es perfectamente válido, y recomendable, escribir a la revista con una consulta previa. Esto ahorra tiempo y esfuerzo a ambas partes, y demuestra seriedad por parte del autor.
La primera impresión cuenta: el artículo es la carta de presentación
Un principio ampliamente reconocido en el marketing señala que “no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión”. En el mundo editorial, esto es una verdad ineludible. El artículo que se envía a una revista es, en efecto, la primera carta de presentación del autor ante la comunidad científica. No basta con tener un contenido valioso; es imprescindible que ese contenido esté bien estructurado, cumpla las normas y transmita profesionalismo.
Utilizar las plantillas que muchas revistas ofrecen es una excelente forma de asegurarse de no pasar por alto requisitos importantes. Estas plantillas no solo indican formato, sino también orden de las secciones, extensión aproximada y detalles editoriales que facilitan la evaluación. Del mismo modo, revisar con detenimiento las instrucciones para autores antes de hacer clic en “enviar” no es una formalidad burocrática, sino una práctica esencial para evitar el rechazo editorial inmediato del artículo.
Recomendaciones para autores
- Utilice herramientas gratuitas de detección de similitud antes del envío. Esto ayuda a identificar coincidencias textuales no intencionadas. También permite corregir o parafrasear fragmentos y asegurar una redacción original, ética y transparente.
- Solicite a un coautor o colega una revisión formal del artículo. Antes de enviar el artículo, es muy útil que otra persona revise aspectos técnicos como el formato del documento, la estructura de secciones, el cumplimiento de las normas editoriales, el estilo de citación y la coherencia general. Esta doble revisión puede prevenir omisiones que suelen pasarse por alto en la lectura del propio autor.
- Consulte con la oficina editorial si tiene dudas específicas. Las oficinas editoriales no son espacios lejanos: están allí para orientar. Si existe alguna duda puntual sobre documentos requeridos, elección de sección, formato o presentación de archivos, escribir un correo breve y respetuoso puede evitar errores que conduzcan al rechazo editorial inmediato.
- Pregunte al editor si su artículo encaja en la revista. Si tiene dudas sobre si el enfoque temático o metodológico del artículo es pertinente para la publicación, incluso en una etapa temprana de redacción, es válido enviar una consulta previa. Esta práctica es especialmente recomendable si la revista tiene líneas muy definidas o si se trabaja con metodologías que podrían no ser aceptadas.
- Revise los términos de uso si va a incluir imágenes o figuras de terceros. Toda imagen publicada anteriormente, incluidas tablas, diagramas o gráficos, debe acompañarse de la debida autorización o licencia. Antes de reutilizar cualquier recurso visual, verifique en la fuente original si se requiere permiso formal o si basta con la atribución, según el tipo de licencia.
- Cargue desde el inicio los metadatos completos de todos los autores. Algunos artículo son rechazados porque no se incluyen todos los coautores en la plataforma editorial en el momento del envío. Esta omisión puede tener consecuencias éticas importantes. Verifique que cada autor esté correctamente registrado con su afiliación, correo electrónico y, si es posible, su identificador ORCID.
- Asegúrese de enviar el artículo a la sección correcta. Muchas revistas cuentan con secciones diferenciadas por tipo de artículo o temática. Enviar el trabajo a una sección inadecuada puede generar demoras o rechazo automático. Lea cuidadosamente las descripciones editoriales de cada sección antes de completar el envío.
- Siga las plantillas y formatos proporcionados por la revista. Si la publicación ofrece un modelo o plantilla para artículos, es importante utilizarla. Estos formatos suelen facilitar la revisión y garantizan que no falte ningún elemento obligatorio, como resúmenes, palabras clave, agradecimientos o declaraciones éticas.



